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El pan del Alma

Francisco

Una Iglesia pobre para los pobres

“La Eucaristía restablece en nosotros la armonía de nuestro ser y nos impulsa a proyectar en la sociedad el espíritu de reconciliación que debemos vivir según el proyecto de Dios. Nos nutrimos del Pan de Vida para poder llevar a Cristo a las diversas esferas de nuestra existencia: al ambiente familiar, al trabajo, al estudio, a las instituciones públicas y sociales, a los mil compromisos evangélicos de la vida cotidiana” (Juan Pablo II, Lima, 14 de mayo de 1988)

"Durante mi elección tenía junto a mí al arzobispo emérito de San Pablo, el cardenal Claudio Hummes, un gran amigo, que cuando el asunto se empezaba a poner peligroso, me confortaba", explicó. Después, agregó, "cuando los votos llegaron a los dos tercios y los cardenales aplaudieron, él me abrazo y me besó y me dijo: 'no te olvides de los pobres'".

El sembrador

Vayan y Proclamen la Buena Nueva

La cruz es el camino
para salvarse

Debemos ser Luz

Del  Evangelio según san Juan 8, 12-20

En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida». Los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale». Jesús les respondió: «Aunque yo dé testimonio de mí mismo, mi testimonio vale, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie; y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado. Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos personas es válido. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo y también el que me ha enviado, el Padre, da testimonio de mí». Entonces le decían: «¿Dónde está tu Padre?» Respondió Jesús: «No me conocéis ni a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre». Estas palabras las pronunció junto al arca de las ofrendas, mientras enseñaba en el Templo. Y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

La esencia del cristianismo es la Redención, es el PORQUÉ de la venida de CRISTO. El SEÑOR no vino a resucitar, esto es la consecuencia, la confirmación de la salvación en la CRUZ. Por lo tanto, el símbolo que resume la esencia del Cristianismo es la CRUZ, escenario del suceso más trascendental en la historia del hombre. Por este motivo fue escogida la CRUZ como símbolo del cristiano y significa SALVACIÓN, no derrota; pues CRISTO en la Cruz no es símbolo de derrota sino de VICTORIA sobre el pecado. La Cruz no es símbolo de muerte, sino de vida y vida en abundancia, pues es vida eterna. Ahora bien, la Cruz sola, no es más que un instrumento de tortura, como la silla eléctrica o la horca, la cruz como símbolo tiene que llevar a CRISTO para que sea portadora de un mensaje de salvación.

Hay medio mundo esperando con una flor en la mano y la otra mitad del mundo por esa flor esperando

                                                                                                                                              Facundo Cabral

Para pensar

Jorge Suligoy-El sembrador

Valores para la vida 

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